viernes, 18 de agosto de 2017

Científico creyente 7 - Euler

Continúo con la publicación de los capítulos 8 a 12 de mi libro "El Señor de los dos libros" 2ª edición. Uno a uno iré publicando las biografías de cientos de científicos creyentes de todas las épocas.

Matemático cristiano nº 7

7.        Leonhard Euler (1707-1783).


Matemático y físico suizo. Se lo considera el principal matemático del siglo XVIII y como uno de los más grandes de todos los tiempos.

Su padre era pastor calvinista y su madre, hija de otro pastor cristiano.  Euler estudiaba teología, griego y hebreo siguiendo los deseos de su padre que llegase a ser también pastor. Johann Bernoulli (1667-1748), famoso matemático, médico y filólogo suizo, ayudó a convencer a su padre de que Leonhard estaba destinado a ser un gran matemático. Se dice que el conde de Laplace, antes citado, decía: Lisez Euler, lisez Euler; c’est notre maître à tous (“Lean a Euler, lean a Euler; él es el maestro de todos nosotros”). Las obras completas de Euler ocupan 80 volúmenes.


Es admirable su producción teniendo en cuenta que su vista se deterioró rápidamente a partir de los veintiocho años, perdiendo primero la visión de un ojo, y luego, pasando los sesenta años, del otro.


Su aporte a todas las ramas de la matemática es impresionante: en cálculo, álgebra, geometría, etc. Trabajó intensamente con números complejos (él le dio nombre a la unidad imaginaria “i” que es la raíz cuadrada de menos uno: i=√-1), con logaritmos (le dio nombre al famoso número “e”≈ ‎2.71828), los números de Fermat (del tipo 2^2^n), con sucesiones y series (inventó el símbolo , letra sigma mayúscula griega, para representar una sumatoria; resolvió el llamado “problema de Basilea”, que consistía en descubrir a qué es igual la suma de los inversos de los cuadrados de todos los números naturales, al hallar la fórmula ⅀1/n^2=(𝝿^2)/6sorprendiendo con la aparición del famoso número p≈3,1416 en dicha sumatoria); inventó, entre otras, las funciones gamma (G), beta (B) y zeta (z), de aplicación valiosa, no solo en análisis matemático, sino con aplicaciones en física atómica, astrofísica, dinámica de fluidos, etc.


También se lo reconoce por haber sido el que prendió la mecha de la topología (en ese momento llamado análisis situ) al resolver el famoso problema de los puentes de Königsberg[1], originando la teoría de grafos y de descubrir la primera invariante topológica, la Característica de Euler “c” (letra ji griega){\ displaystyle \ chi}, que inicialmente solo se aplicaba a poliedros convexos, en los que la relación entre vértices, aristas y caras es V-A+C=2. Luego se generalizó a poliedros con agujeros (V-A+C=2-2g, siendo “g” el número de agujeros y c =2-2g).

También es descubridor de una de las fórmulas consideradas más sencillas y brillantes, por la intervención de los números “e”, “π” , “i”, el 0 y el 1, que es: eiπ+1=0. Otra fórmula fundamental relaciona las razones trigonométricas seno y coseno con los números “i” y “e”: exi = cos x + i.sen x
En geometría hizo innumerables aportes, siendo destacable la demostración de que en todo triángulo (no equilátero) los puntos notables llamados baricentro, ortocentro y circuncentro (que resultan de las intersecciones de las tres medianas, tres alturas y tres mediatrices respectivamente), están alineados sobre una misma recta, posteriormente llamada “recta de Euler”.
                                                               
Gran parte del conocimiento que tenemos de las creencias religiosas de Euler se deduce de una de las primeras y más populares obras de divulgación científica Cartas a una Princesa Alemana[2], una recopilación de cartas escritas a la princesa de Prusia Friederike Charlotte de Brandeburgo-Schwedt y su hermana Louise, en las que Euler les instruye sobre los últimos avances en física y filosofía.  

Sin embargo, Euler tuvo tiempo también para escribir un tratado teológico apologético llamado Rettung der Göttlichen Offenbahrung Gegen die Einwürfe der Freygeister (versión en español: Defensa de la revelación divina contra las objeciones del librepensador[3]). Surgió como respuesta al contexto en el que vivía, en el que habían surgido los llamados “libertinos” o “librepensadores” con sus ataques directos a la religión cristiana. Estos trabajos muestran a Euler como un cristiano convencido que defendía la interpretación literal de la Biblia (su obra Rettung era principalmente una discusión en defensa de la inspiración divina de las Escrituras).

Al comienzo de Rettung, en el punto II, Euler escribe[4]:
“La perfección del entendimiento consiste en el conocimiento de la verdad, de lo que a la vez resulta el conocimiento del bien. Los principales objetos de este conocimiento son Dios y sus obras, en cuanto que todas las demás verdades a las que el hombre puede llegar por medio de meditaciones, se refieren en último término a Dios y sus obras. Porque Dios es la verdad, y el universo, obra de su infinita omnipotencia y sabiduría. Por consiguiente, cuanto más aprenda el hombre a conocer a Dios y su obra, tanto mayor éxito tiene en el conocimiento de la verdad, por lo que tanto más cerca está de la perfección del entendimiento

Más adelante, en el punto XXXIV habla acerca de las evidencias de la resucrrección de Cristo[5]:
“Los apóstoles y un gran número de los primeros cristianos pretendieron unánimamente que Cristo, no solo había resucitado de entre los muertos, sino que también lo habían visto ellos mismos tras su resurrección, e incluso habían hablado con él. Ningún hombre que haya considerado mínimamente su doctrina y la firmeza atestiguada en ella, puede afirmar con un poco de credibilidad que en realidad no han creído tal cosa, y que por tanto ha habido un claro fraude por su parte. Pero aún mucho menos puede decir con cierta verosimilitud que los apóstoles se imaginaron esto falsamente, simplemente a causa de un entendimiento desquiciado”

Como se cuenta en la Introducción del libro: Euler “reunía todas las noches, para la oración común, a sus nietos, los domésticos y los discípulos que alojaba en su casa; les leía un capítulo de la Biblia, y algunas veces acompañaba esta lectura con una exhortación”[6]

Una frase en su “Cartas…” dice: “Dios, luego de crear el mundo, organizó el curso de los acontecimientos, a fin de que cada hombre deba estar colocado en cada instante en las circunstancias a él más saludable. ¡Feliz el hombre que tiene la sabiduría para convertirlas a su buena cuenta!”[7]
God, when he created the world, arranged the course of all events so that every man should be every instant placed in circumstances to him most salutary. Happy the man who has wisdom to turn them to good account! Euler

Él nos dejó, entre otras, la frase[8]:
«El tejido del universo es el más perfecto y obra de un Creador sapientísimo»
Leonhard Euler





[1] En la antigua ciudad de Königsberg (actual Kaliningrado, Rusia), había 7 puentes que unían 4 regiones. El problema consistía en ver si se pueden recorrer los 7 puentes sin pasar dos veces por el mismo. Finalmente, Euler demostró que no era posible y elaboró una estategia para resolver cualquier problema semejante (con cualquier número de regiones y puentes), estableciendo las condiciones para las cuales el camino fuese posible.
[2] Euler, Leonhard. (1768 y ss.). Lettres à une princesse d'Allemagne sur divers sujets de physique et de philosophie (Cartas a una princesa alemana, sobre diferentes temas en Física y Filosofía). Academia Imperial de Ciencias, San Petesburgo (Vol. I y II) y Francfort (Vol. III).
[3] Euler, Leonhard; Arana, Juan (Trad.) Defensa de la revelación divina contra las objeciones del librepensador, para Thémata, revista de filosofía nº 8, 1991, págs. 195-219. Ver: http://institucional.us.es/revistas/themata/08/11%20juan%20arana.pdf, chequeado el 09/09/2017
[4] Idem nota anterior, pág. 203
[5] Ibídem, pág. 213
[6] Ibídem, en Introducción, pág. 199.
[7] Euler, (1768- 1772) Letters to a Princess of Germany (Cartas a una princesa de Alemania), 3 vols.
[8] Cita original en latín: Leonhardo Eulero (nombre latino). (1744). Methodus inveniendi líneas curvas Maximi Minimivi propietate gaudentes (Method of Finding Curves that Show Some Property of Maximum and Minimum; Método de búsqueda de curvas que muestran alguna propiedad de máxima y mínima), en Additamentum I: de curvis elastisis (adición o anexo 1: de las curvas elásticas), pág. 245. Publicado por apud Marcum-Michaelem Bousquet & socios, Lausana y Ginebra, Suiza. Disponible en: http://www.wilbourhall.org/pdfs/euler/Methodus_inveniendi_lineas_curvas.pdf chequeado el 19/08/2017
Citado en inglés, entre otros, por el matemático Morris Kline en Mathematical Thought From Ancient to Modern Times, Volume 3 (Pensamiento matemático de la antigüedad a los tiempos modernos, volumen 3), Oxford University Press. Oxford. 1990; pág. 573.

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