jueves, 10 de marzo de 2022

Científico creyente Nº 31: James Prescott Joule (1818-1889)

Continúo con la publicación de los capítulos 8 a 12 de mi libro "El Señor de los dos libros" 2ª edición. Uno a uno iré publicando las biografías de cientos de científicos creyentes de todas las épocas.

Físico nº 11; creyente nº 31

31.               James Prescott Joule (1818-1889)

Ingeniero, matemático y físico inglés. Considerado el principal fundador de la termodinámica. Demostró experimentalmente la “ley de conservación de la energía”, que dice sintéticamente que la energía no se puede crear ni destruir, sino que se transforma de una forma a otra.

En la fábrica de cerveza que su padre poseía en Manchester, realizó un experimento célebre por el que determinó que el trabajo necesario para elevar a una altura de un metro un peso de 428 gramos era equivalente a la cantidad de calor capaz de elevar un grado Celsius la temperatura de un gramo de agua; de esa manera encontró la “equivalencia entre calor y trabajo”. Con sus experimentos refutó la teoría calórica que estaba en boga en ese momento, la cual consideraba que el calor era una sustancia.

Descubrió el “efecto Joule” por el cual, si por un conductor pasa corriente eléctrica, parte de la energía de los electrones se transforma en calor, elevando la temperatura del mismo.

La unidad de la energía del Sistema Internacional de Unidades se denomina joule en su honor.

Fue miembro de la Royal Society de Londres, y entre otros premios recibió la Royal Medal[1] en 1852 y la Medalla Copley[2] en 1870.

Hablando de su teoría de las fuerzas magnéticas, él dice[3]: “Tal teoría me parece permitir una expresión natural y completa de los hechos. No supone nada que no podamos comprender fácilmente, excepto la existencia y las propiedades elementales de la materia, que necesariamente son asumidas por todas las teorías, y que el Gran Creador ha puesto completamente fuera del alcance del entendimiento humano”. Es decir, las teorías podían explicar los fenómenos naturales, pero nunca explicar naturalmente porqué existe la materia y porqué viene “de fábrica” con dichas propiedades, cosa que solo Dios puede saber.

En un artículo científico sobre los efectos caloríficos del electromagnetismo escribió[4]: “Los grandes agentes de la naturaleza son, por el ‘fiat del Creador’[5], indestructibles; y que siempre que se gasta fuerza mecánica, siempre se obtiene un equivalente exacto de calor”

Acerca de la conservación de la energía escribe[6]: “Creyendo que el poder de destruir pertenece solo al Creador, coincido completamente con Roget[7] y Faraday en la opinión de que cualquier teoría que, cuando se lleva a cabo, exige la aniquilación de la fuerza, es necesariamente errónea”

En una conferencia en la sala de lectura de la Iglesia de Santa Ana, Manchester, dijo[8]: “Podríamos razonar, a priori, que tal destrucción absoluta de la fuerza viviente [energía] no puede tener lugar, porque es manifiestamente absurdo suponer que los poderes con los que Dios ha dotado la materia pueden destruirse más de lo que pueden ser creados por la agencia del hombre”

Y un poco más adelante[9]: “De hecho, los fenómenos de la naturaleza, ya sean mecánicos, químicos, o vitales, consisten casi en su totalidad en una continua conversión de atracción por medio del espacio, de la fuerza viva [energía cinética] y el calor, entre sí. Por lo tanto, el orden se mantiene en el universo, nada se trastorna, nada se pierde, sino que toda la maquinaria, complicada como es, funciona sin problemas y armoniosamente. Y, a pesar de que, como en la horrible visión de Ezequiel[10], "la rueda puede estar en el medio de la rueda", y todo puede parecer complicado e involucrado en una aparente confusión y complejidad de una variedad casi infinita de causas, efectos, conversiones y arreglos, sin embargo, se conserva la regularidad más perfecta: el todo está gobernado por la voluntad soberana de Dios”

El dijo[11]: “Después de conocer la voluntad de Dios y obedecerle, el principal objetivo debe ser conocer algunos de Sus atributos de sabiduría, poder y bondad que evidencian las obras de Sus manos”. Y concluyó: “Es evidente que el conocimiento de las leyes naturales no significa otra cosa que el conocimiento de la mente de Dios en ellas expresadas”

Joule fue uno de los científicos más prominentes, de la lista de 717, que incluía a 86 becarios de la Royal Society, en firmar la Declaración de Estudiantes de Ciencias Naturales y Físicas, que transcribo a continuación[12]: “Nosotros, los abajo firmantes, Estudiantes de Ciencias Naturales, deseamos expresar nuestro sincero pesar de que las investigaciones sobre la verdad científica sean pervertidas por algunos en nuestros propios tiempos para ocasionar dudas sobre la Verdad y la Autenticidad de las Santas Escrituras. Concebimos que es imposible que la Palabra de Dios, como está escrita en el libro de la naturaleza, y la Palabra de Dios escrita en la Sagrada Escritura, se contradigan entre sí, por mucho que parezcan diferir. No olvidamos que la Ciencia Física no está completa, sino que solo está en una condición de progreso, y que en la actualidad nuestra razón finita solo nos permite ver a través de un espejo oscuro, y creemos con confianza, que llegará un momento en que se verá que los dos registros coinciden en cada detalle. No podemos dejar de lamentar que las Ciencias Naturales deberían ser vistas con sospecha por muchos que no las estudian, simplemente por la manera desaconsejada en que algunos las están oponiendo a la Sagrada Escritura. Creemos que es deber de todo Estudiante Científico investigar la naturaleza simplemente con el propósito de dilucidar la verdad, y que si encuentra que algunos de sus resultados parecen estar en contradicción con la Palabra Escrita, o más bien con sus propias interpretaciones de la misma, las cuales puede ser erróneas, no debe afirmar presuntuosamente que sus propias conclusiones deben ser correctas y que las declaraciones de la Escritura son incorrectas; sino más bien, déjelos uno al lado del otro hasta que a Dios le agrade que nos permita ver la forma en que pueden reconciliarse; y, en lugar de insistir en las aparentes diferencias entre la Ciencia y las Escrituras, sería mejor descansar en la fe sobre los puntos en los que están de acuerdo”

En su lápida está escrito[13]: “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar”, palabras de Jesús en el Evangelio de San Juan, cap. 9 verso 4.

 



[1] Royal Medal 1852: “Por su artículo sobre el equivalente mecánico del calor, impreso en Philosophical Transactions de 1850”.

[2] Copley Medal: Ver cuadro de texto en la biografía de Volta. Motivo: Por sus investigaciones experimentales sobre la teoría dinámica del calor.

[3] Joule, J. P. (1841) On a new Class of Magnetic Forces. [Lecture at the Victoria Gallery, Manchester, February 16, 1841 y publicado en ‘Annals of Electricity’, vol. viii, p. 219], en Joule, J. P. (1884) The scientific papers of James Prescott Joule. Vol. 1. The Physical Society of London (Publ.), Taylor & Francis (Impr.), pp. 46-53. P. 52: «Such a theory seems to me to afford a natural and complete expression of facts.  It supposes nothing which we cannot readily comprehend, except the existence and elementary properties of matter, which are necessarily assumed by every theory, and which the Great Creator has placed utterly beyond the grasp of the human understanding»

[4] Joule, J. P. (1843) On the Calorific Effects of Magneto-Electricity, and on the Mechanical Value of Heat. [Philosophical Magazine, serie 3, vol. xxiii, pp. 263,347 and 435; 21 august 1843], en Joule, J. P. (1884) The scientific papers of James Prescott Joule. Vol. 1. The Physical Society of London (Publ.), Taylor & Francis (Impr.), pp. 123-159. P. 158: «The grand agents of nature are, by the Creator's fiat, indestructible; and that Wherever mechanical force is expended, an exact equivalent of heat is always obtained»

[5] En latín, fiat significa “hágase”. Fiat del Creador es la acción creadora de Dios por medio de su palabra, de su orden. Ej: Fiat lux: Sea la luz (Gn. 1:3)

[6]  Joule, J. P. (1845) On the changes of Temperature produced by the Rarefaction and Condensation of air. [Philosophical Magazine, serie 3, may. 1845], en Joule, J. P. (1884) The scientific papers of James Prescott Joule. Vol. 1. The Physical Society of London (Publ.), Taylor & Francis (Impr.), pp. 172-189. P. 189: «Believing that the power to destroy belong to the Creator alone, I entirely coincide with Roger and Faraday in the opinion that any theory ehich, when carried out, demands the annihilation of force, is necessarily erroneous»

[7] Peter Mark Roget (1779-1869), fue un médico, físico, matemático, filólogo, teólogo natural y lexicógrafo inglés. Autor del quinto tratado Bridgewater: Fisiología animal y vegetal considerada con referencia a la teología natural, que se publicó en 2 volúmenes en 1834.

[8] Joule, J. P. (1847) On Matter, Living Force, and Heat. [A lecture at St. Ann’s Church Reading Room; and published in the Manchester ‘Courier’ newspaper, May 5 and 12, 1847], en Joule, J. P. (1884) The scientific papers of James Prescott Joule. Vol. 1. The Physical Society of London (Publ.), Taylor & Francis (Impr.), pp. 265-276. P. 269: «We might reason, a priori, that such absolute destruction of living force cannot possibly take place, because it is manifestly absurd to suppose that the powers with which God has endowed matter can be destroyed any more than that they can by created by man's agency»

[9] Ídem anterior, p. 272: «Indeed the phenomena of nature, whether mechanical, chemical, or vital, consist almost entirely in a continual conversion of attraction through space, living force, and heat into one another. Thus it is that order is maintained in the universe—nothing is deranged, nothing ever lost, but the entire machinery, complicated as it is, works smoothly and harmoniously. And though, as in the awful vision of Ezekiel, "wheel may be in the middle of wheel", and everything may appear complicated and involved in the apparent confusion and intricacy of an almost endless variety of causes, effects, conversions, and arrangements, yet is the most perfect regularity preserved— the whole being governed by the sovereign will of God»

[10] Se refiere a una visión que tuvo el profeta Ezequiel, la que se encuentra en Ezequiel 1:16: «su apariencia y su obra eran como rueda en medio de rueda»

[11] Crowther, p. 138. Ver nota al pie nº 220.

[12] Joule J. P. y otros (1865) The declaration of students of the natural and physical sciences. Royal College of Surgeons of England. Ed. Simpkin, Marshall y Cia. Londres. P. 3: «We, the undersigned Students of the Natural Sciences, desire to express our sincere regret, that researches into scientific truth are perverted by some in our own times into occasion for casting doubt upon the Truth and Authenticity of the Holy Scriptures. We conceive that it is impossible for the Word of God, as written in the book of nature, and God’s Word written in Holy Scripture, to contradict one another, however much they may appear to differ. We are not forgetful that Physical Science is not complete, but is only in a condition of progress, and that at present our finite reason enables us only to see as through a glass darkly, and we confidently believe, that a time will come when the two records will be seen to agree in every particular. We cannot but deplore that Natural Science should be looked upon with suspicion by many who do not make a study of it, merely on account of the unadvised manner in which some are placing it in opposition to Holy Writ. We believe that it is the duty of every Scientific Student to investigate nature simply for the purpose of elucidating truth, and that if he finds that some of his results appear to be in contradiction to the Written Word, or rather to his own interpretations of it, which may be erroneous, he should not presumptuously affirm that his own conclusions must be right, and the statements of Scripture wrong; but rather, leave the two side by side till it shall please God to allow us to see the manner in which they may be reconciled; and, instead of insisting upon the seeming differences between Science and the Scriptures, it would be as well to rest in faith upon the points in which they agree». Ver: https://archive.org/details/b22371382/ chequeado el 09/09/2019.

[13] Imagen de la lápida con la inscripción visible en Wikipedia, James Prescott Joule gravestone.JPG: https://en.wikipedia.org/w/index.php?title=File:James_Prescott_Joule_gravestone.JPG, chequeado el 03/09/2019: "I must work the works of him that sent me, while it is day: the night cometh, when no man can work” S. JOHN. IX. 4.



Científico creyente Nº 30: Giovanni Caselli (1815-1891)

Continúo con la publicación de los capítulos 8 a 12 de mi libro "El Señor de los dos libros" 2ª edición. Uno a uno iré publicando las biografías de cientos de científicos creyentes de todas las épocas.

Físico nº 10; creyente nº 30

30.                       Giovanni Caselli (1815-1891)

 

Físico, inventor, escritor y sacerdote italiano. Inventó el Pantelégrafo, un anticipo de lo que sería el fax. Permitía el envío y recepción de imágenes a larga distancia utilizando la red telegráfica.

En 1836 toma los hábitos eclesiásticos. En 1849 se convierte en profesor de física en la Universidad de Florencia. Allí concretó la invención del pantelégrafo, el cual presentó en 1856 al Duque de Toscana, quien, impresionado, financió su trabajo por un tiempo. En 1857 viaja a Francia donde su invento es recibido con entusiasmo, decretándose por ley su uso en la línea telegráfica nacional (1864).

Recibió la Legión de Honor de parte de Napoleón III. También fue usado en Inglaterra (en la línea Londres-Liverpool) y en Rusia (línea Moscú-San Petersburgo). Realizó otros inventos, entre los cuales se destacó un sistema para medir la velocidad de las locomotoras.