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lunes, 23 de septiembre de 2024

33. Científico creyente nº 33 – Lord Kelvin (William Thomson) (1824-1907).

Continúo con la publicación de los capítulos 8 a 12 de mi libro "El Señor de los dos libros" 2ª edición. Uno a uno iré publicando las biografías de cientos de científicos creyentes de todas las épocas.

Físico nº 13; creyente nº 33

 




33.                      Lord Kelvin (William Thomson) (1824-1907).

Físico y matemático británico, era el segundo hijo de James Thomson, profesor de matemáticas de la Universidad de Glasgow. 

Recibió la Medalla Copley[1] en 1883 por (1) su descubrimiento de la ley de la disipación universal de la energía; (2) sus investigaciones y eminentes servicios en física, tanto experimental como matemática, especialmente en la teoría de la electricidad y la termodinámica. 

También recibió la Royal Medal[2] (1856), la Medalla Keith (1864), la Medalla Albert (1879) y otros varios premios más. 

Formuló las dos leyes de la Termodinámica. Él creía que la disipación de la energía útil es una representación universal como la descripta en Salmos 102:25-27: “Desde el principio tú fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos.  Ellos perecerán, mas tú permanecerás; Y todos ellos como una vestidura se envejecerán; Como un vestido los mudarás, y serán mudados” e Isaías 51: 6a: “Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos serán deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir”. Se apoyó en este concepto bíblico para elaborar la segunda ley de la termodinámica, basándose en dos de sus creencias más profundas: que la ley natural universal fue creada y es regida por el poder de Dios, y el mundo se está desarrollando progresivamente hacia un inevitable final[3]. Sobre la misma base bíblica, Kelvin creía que la vida sólo puede surgir de la vida (escribió varios libros contra la teoría de la evolución) y que todo fue diseñado y guiado por el Creador.

En 1904 fue nombrado rector de la Universidad de Glasgow; siempre comenzó su conferencia de la Universidad con una oración a Dios.

En una carta al diario británico The Times Kelvin escribió[4]:

«La ciencia afirma positivamente el poder creativo (de Dios)»

Lord Kelvin

y luego:

«No tengáis miedo de ser libres pensadores. Si usted cree con suficiente fuerza se verá obligado por la ciencia a la creencia en Dios, que es el fundamento de toda religión. Encontrará a la ciencia no antagónica, sino útil a la religión»

Lord Kelvin

En otra oportunidad dijo[5]: Pero abrumadoramente fuertes pruebas de inteligente y benévolo diseño se encuentran a nuestro alrededor, y si alguna vez perplejidades, sean metafísicas o científicas, nos alejan de ello por un tiempo, vuelven a nosotros con una fuerza irresistible, que muestra a través de la naturaleza la influencia de una voluntad libre, y nos enseña que todos los seres vivos dependen de un siempre actuando Creador y Gobernante.

En el “Curso Introductorio de la filosofía natural" dijo[6]: "Creemos que el poder de investigar las leyes establecidas por el Creador para mantener la armonía y la permanencia de Sus obras es el más noble  privilegio que se le ha concedido a nuestro estado intelectual" y siguió: "A medida que aumenta la profundidad de nuestra comprensión de las obras maravillosas de Dios, más fuertes son nuestros sentimientos de admiración y veneración en la contemplación de ellos y en el intento de acercarse a su Autor ... lo mismo ocurrirá con él (el estudiante serio) por su estudios y adquisiciones sucesivas es conducido a través de la naturaleza, al Dios de la naturaleza.


 



[1] Copley Medal: La Medalla Copley es el premio más antiguo (1731) y prestigioso de la Royal Society, se otorga anualmente por los logros sobresalientes en la investigación en cualquier rama de la ciencia. El premio alterna entre las ciencias físicas y biológicas (años pares e impares, respectivamente).

La han recibido entre otros: Oersted, Kelvin, Pasteur, Planck, Faraday, Rutherford, Einstein, Franklin, etc.

Ver página oficial, Copley Medal; The Royal Society: https://royalsociety.org/grants-schemes-awards/awards/copley-medal/

[2] Royal Medal 1856: “Por sus diversas investigaciones químicas relacionadas con la electricidad, el poder motriz del calor y otros temas”.

[3] Smith, Crosbie y Wise, M. Norton. (1989). Energy and Empire. A Biographical Study of Lord Kelvin. Cambridge University Press. Cambridge; pp. 331-332.

[4] Lord Kelvin on Religion and Science, Carta de agradecimiento de Kelvin al Rev. Henslow, pubicada en The Times, 2 de mayo de 1903. «Science positively affirms creative power...Do not be afraid of being free thinkers. If you think strongly enough you will be forced by science to the belief in God, which is the foundation of all Religion. You will find science not antagonistic, but helpful to Religion»  

Ver: Science Affirms Creative Power en: http://zapatopi.net/kelvin/papers/science_affirms_creative_power.html: 

[5] Lord Kelvin en el discurso presidencial ante la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia, celebrada en Edimburgo en agosto de 1871: «But overpoweringly strong proofs of intelligent and benevolent design lie all round us, and if ever perplexities, whether metaphysical or scientific, turn us away from them for a time, they come back upon us with irresistible force, showing to us through nature the influence of a free will, and teaching us that all living beings depend on one ever-acting Creator and Ruler.» 

http://zapatopi.net/kelvin/papers/on_the_origin_of_life.html

[6] Thompson, Silvanus P. (2004). The Life of Lord Kelvin. American Mathematical Soc. Vol. 1, p. 246:

«We feel that the power of investigating the laws established by the Creator for maintaining the harmony and permanence of His works is the noblest privilege which He has granted to our intellectual state… As the depth of our insight into the wonderful works of God increases, the stronger are our feelings of awe and veneration in contemplating them and in endeavoring to approach their Author ... So will he [the earnest student] by his studies and successive acquirements be led through nature up to nature's God» 

jueves, 10 de marzo de 2022

Científico creyente Nº 31: James Prescott Joule (1818-1889)

Continúo con la publicación de los capítulos 8 a 12 de mi libro "El Señor de los dos libros" 2ª edición. Uno a uno iré publicando las biografías de cientos de científicos creyentes de todas las épocas.

Físico nº 11; creyente nº 31

31.               James Prescott Joule (1818-1889)

Ingeniero, matemático y físico inglés. Considerado el principal fundador de la termodinámica. Demostró experimentalmente la “ley de conservación de la energía”, que dice sintéticamente que la energía no se puede crear ni destruir, sino que se transforma de una forma a otra.

En la fábrica de cerveza que su padre poseía en Manchester, realizó un experimento célebre por el que determinó que el trabajo necesario para elevar a una altura de un metro un peso de 428 gramos era equivalente a la cantidad de calor capaz de elevar un grado Celsius la temperatura de un gramo de agua; de esa manera encontró la “equivalencia entre calor y trabajo”. Con sus experimentos refutó la teoría calórica que estaba en boga en ese momento, la cual consideraba que el calor era una sustancia.

Descubrió el “efecto Joule” por el cual, si por un conductor pasa corriente eléctrica, parte de la energía de los electrones se transforma en calor, elevando la temperatura del mismo.

La unidad de la energía del Sistema Internacional de Unidades se denomina joule en su honor.

Fue miembro de la Royal Society de Londres, y entre otros premios recibió la Royal Medal[1] en 1852 y la Medalla Copley[2] en 1870.

Hablando de su teoría de las fuerzas magnéticas, él dice[3]: “Tal teoría me parece permitir una expresión natural y completa de los hechos. No supone nada que no podamos comprender fácilmente, excepto la existencia y las propiedades elementales de la materia, que necesariamente son asumidas por todas las teorías, y que el Gran Creador ha puesto completamente fuera del alcance del entendimiento humano”. Es decir, las teorías podían explicar los fenómenos naturales, pero nunca explicar naturalmente porqué existe la materia y porqué viene “de fábrica” con dichas propiedades, cosa que solo Dios puede saber.

En un artículo científico sobre los efectos caloríficos del electromagnetismo escribió[4]: “Los grandes agentes de la naturaleza son, por el ‘fiat del Creador’[5], indestructibles; y que siempre que se gasta fuerza mecánica, siempre se obtiene un equivalente exacto de calor”

Acerca de la conservación de la energía escribe[6]: “Creyendo que el poder de destruir pertenece solo al Creador, coincido completamente con Roget[7] y Faraday en la opinión de que cualquier teoría que, cuando se lleva a cabo, exige la aniquilación de la fuerza, es necesariamente errónea”

En una conferencia en la sala de lectura de la Iglesia de Santa Ana, Manchester, dijo[8]: “Podríamos razonar, a priori, que tal destrucción absoluta de la fuerza viviente [energía] no puede tener lugar, porque es manifiestamente absurdo suponer que los poderes con los que Dios ha dotado la materia pueden destruirse más de lo que pueden ser creados por la agencia del hombre”

Y un poco más adelante[9]: “De hecho, los fenómenos de la naturaleza, ya sean mecánicos, químicos, o vitales, consisten casi en su totalidad en una continua conversión de atracción por medio del espacio, de la fuerza viva [energía cinética] y el calor, entre sí. Por lo tanto, el orden se mantiene en el universo, nada se trastorna, nada se pierde, sino que toda la maquinaria, complicada como es, funciona sin problemas y armoniosamente. Y, a pesar de que, como en la horrible visión de Ezequiel[10], "la rueda puede estar en el medio de la rueda", y todo puede parecer complicado e involucrado en una aparente confusión y complejidad de una variedad casi infinita de causas, efectos, conversiones y arreglos, sin embargo, se conserva la regularidad más perfecta: el todo está gobernado por la voluntad soberana de Dios”

El dijo[11]: “Después de conocer la voluntad de Dios y obedecerle, el principal objetivo debe ser conocer algunos de Sus atributos de sabiduría, poder y bondad que evidencian las obras de Sus manos”. Y concluyó: “Es evidente que el conocimiento de las leyes naturales no significa otra cosa que el conocimiento de la mente de Dios en ellas expresadas”

Joule fue uno de los científicos más prominentes, de la lista de 717, que incluía a 86 becarios de la Royal Society, en firmar la Declaración de Estudiantes de Ciencias Naturales y Físicas, que transcribo a continuación[12]: “Nosotros, los abajo firmantes, Estudiantes de Ciencias Naturales, deseamos expresar nuestro sincero pesar de que las investigaciones sobre la verdad científica sean pervertidas por algunos en nuestros propios tiempos para ocasionar dudas sobre la Verdad y la Autenticidad de las Santas Escrituras. Concebimos que es imposible que la Palabra de Dios, como está escrita en el libro de la naturaleza, y la Palabra de Dios escrita en la Sagrada Escritura, se contradigan entre sí, por mucho que parezcan diferir. No olvidamos que la Ciencia Física no está completa, sino que solo está en una condición de progreso, y que en la actualidad nuestra razón finita solo nos permite ver a través de un espejo oscuro, y creemos con confianza, que llegará un momento en que se verá que los dos registros coinciden en cada detalle. No podemos dejar de lamentar que las Ciencias Naturales deberían ser vistas con sospecha por muchos que no las estudian, simplemente por la manera desaconsejada en que algunos las están oponiendo a la Sagrada Escritura. Creemos que es deber de todo Estudiante Científico investigar la naturaleza simplemente con el propósito de dilucidar la verdad, y que si encuentra que algunos de sus resultados parecen estar en contradicción con la Palabra Escrita, o más bien con sus propias interpretaciones de la misma, las cuales puede ser erróneas, no debe afirmar presuntuosamente que sus propias conclusiones deben ser correctas y que las declaraciones de la Escritura son incorrectas; sino más bien, déjelos uno al lado del otro hasta que a Dios le agrade que nos permita ver la forma en que pueden reconciliarse; y, en lugar de insistir en las aparentes diferencias entre la Ciencia y las Escrituras, sería mejor descansar en la fe sobre los puntos en los que están de acuerdo”

En su lápida está escrito[13]: “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar”, palabras de Jesús en el Evangelio de San Juan, cap. 9 verso 4.

 



[1] Royal Medal 1852: “Por su artículo sobre el equivalente mecánico del calor, impreso en Philosophical Transactions de 1850”.

[2] Copley Medal: Ver cuadro de texto en la biografía de Volta. Motivo: Por sus investigaciones experimentales sobre la teoría dinámica del calor.

[3] Joule, J. P. (1841) On a new Class of Magnetic Forces. [Lecture at the Victoria Gallery, Manchester, February 16, 1841 y publicado en ‘Annals of Electricity’, vol. viii, p. 219], en Joule, J. P. (1884) The scientific papers of James Prescott Joule. Vol. 1. The Physical Society of London (Publ.), Taylor & Francis (Impr.), pp. 46-53. P. 52: «Such a theory seems to me to afford a natural and complete expression of facts.  It supposes nothing which we cannot readily comprehend, except the existence and elementary properties of matter, which are necessarily assumed by every theory, and which the Great Creator has placed utterly beyond the grasp of the human understanding»

[4] Joule, J. P. (1843) On the Calorific Effects of Magneto-Electricity, and on the Mechanical Value of Heat. [Philosophical Magazine, serie 3, vol. xxiii, pp. 263,347 and 435; 21 august 1843], en Joule, J. P. (1884) The scientific papers of James Prescott Joule. Vol. 1. The Physical Society of London (Publ.), Taylor & Francis (Impr.), pp. 123-159. P. 158: «The grand agents of nature are, by the Creator's fiat, indestructible; and that Wherever mechanical force is expended, an exact equivalent of heat is always obtained»

[5] En latín, fiat significa “hágase”. Fiat del Creador es la acción creadora de Dios por medio de su palabra, de su orden. Ej: Fiat lux: Sea la luz (Gn. 1:3)

[6]  Joule, J. P. (1845) On the changes of Temperature produced by the Rarefaction and Condensation of air. [Philosophical Magazine, serie 3, may. 1845], en Joule, J. P. (1884) The scientific papers of James Prescott Joule. Vol. 1. The Physical Society of London (Publ.), Taylor & Francis (Impr.), pp. 172-189. P. 189: «Believing that the power to destroy belong to the Creator alone, I entirely coincide with Roger and Faraday in the opinion that any theory ehich, when carried out, demands the annihilation of force, is necessarily erroneous»

[7] Peter Mark Roget (1779-1869), fue un médico, físico, matemático, filólogo, teólogo natural y lexicógrafo inglés. Autor del quinto tratado Bridgewater: Fisiología animal y vegetal considerada con referencia a la teología natural, que se publicó en 2 volúmenes en 1834.

[8] Joule, J. P. (1847) On Matter, Living Force, and Heat. [A lecture at St. Ann’s Church Reading Room; and published in the Manchester ‘Courier’ newspaper, May 5 and 12, 1847], en Joule, J. P. (1884) The scientific papers of James Prescott Joule. Vol. 1. The Physical Society of London (Publ.), Taylor & Francis (Impr.), pp. 265-276. P. 269: «We might reason, a priori, that such absolute destruction of living force cannot possibly take place, because it is manifestly absurd to suppose that the powers with which God has endowed matter can be destroyed any more than that they can by created by man's agency»

[9] Ídem anterior, p. 272: «Indeed the phenomena of nature, whether mechanical, chemical, or vital, consist almost entirely in a continual conversion of attraction through space, living force, and heat into one another. Thus it is that order is maintained in the universe—nothing is deranged, nothing ever lost, but the entire machinery, complicated as it is, works smoothly and harmoniously. And though, as in the awful vision of Ezekiel, "wheel may be in the middle of wheel", and everything may appear complicated and involved in the apparent confusion and intricacy of an almost endless variety of causes, effects, conversions, and arrangements, yet is the most perfect regularity preserved— the whole being governed by the sovereign will of God»

[10] Se refiere a una visión que tuvo el profeta Ezequiel, la que se encuentra en Ezequiel 1:16: «su apariencia y su obra eran como rueda en medio de rueda»

[11] Crowther, p. 138. Ver nota al pie nº 220.

[12] Joule J. P. y otros (1865) The declaration of students of the natural and physical sciences. Royal College of Surgeons of England. Ed. Simpkin, Marshall y Cia. Londres. P. 3: «We, the undersigned Students of the Natural Sciences, desire to express our sincere regret, that researches into scientific truth are perverted by some in our own times into occasion for casting doubt upon the Truth and Authenticity of the Holy Scriptures. We conceive that it is impossible for the Word of God, as written in the book of nature, and God’s Word written in Holy Scripture, to contradict one another, however much they may appear to differ. We are not forgetful that Physical Science is not complete, but is only in a condition of progress, and that at present our finite reason enables us only to see as through a glass darkly, and we confidently believe, that a time will come when the two records will be seen to agree in every particular. We cannot but deplore that Natural Science should be looked upon with suspicion by many who do not make a study of it, merely on account of the unadvised manner in which some are placing it in opposition to Holy Writ. We believe that it is the duty of every Scientific Student to investigate nature simply for the purpose of elucidating truth, and that if he finds that some of his results appear to be in contradiction to the Written Word, or rather to his own interpretations of it, which may be erroneous, he should not presumptuously affirm that his own conclusions must be right, and the statements of Scripture wrong; but rather, leave the two side by side till it shall please God to allow us to see the manner in which they may be reconciled; and, instead of insisting upon the seeming differences between Science and the Scriptures, it would be as well to rest in faith upon the points in which they agree». Ver: https://archive.org/details/b22371382/ chequeado el 09/09/2019.

[13] Imagen de la lápida con la inscripción visible en Wikipedia, James Prescott Joule gravestone.JPG: https://en.wikipedia.org/w/index.php?title=File:James_Prescott_Joule_gravestone.JPG, chequeado el 03/09/2019: "I must work the works of him that sent me, while it is day: the night cometh, when no man can work” S. JOHN. IX. 4.